Sonia Thurman

 A veces, toca perder, y eso no es malo en absoluto...a veces no hay mayor victoria que ser el perdedor en alguna situación, aunque de eso te des cuenta con el tiempo.

Os voy a contar una historia, a la protagonista la llamaremos Beatríz, por ejemplo. 

Hace ya bastantes años, Beatriz fue abandonada por alguien a quien ella quería mucho...todo su futuro, sus planes, su vida...en ese momento se desmoronaron, se le vino a abajo su vida y su mundo, sobre todo cuando se enteró de los motivos por los cuales fue abandonada.

Durante años, Beatriz se siguió viendo con la persona que la abandonó...primero quizá para intentar recuperar a esa persona, luego para no sentirse sola, y finalmente para ganar...ganar que??? La persona que la abandonó, se fue con otra persona...y con los años, los daños, las malas jugadas de nuestra cabeza y una grandísima dosis de ego, ella quería el premio, recuperar a esa persona, sentirse ganadora del trofeo, fuera al precio que fuera... Usó todas sus armas...le daba igual ser el segundo plato, esa falta de amor propio, esa manera de regalarse ante alguien...hizo todo lo habido y por haber por recuperarle.

¿Y sabéis que? Al final, perdió. Era inevitable. Esa historia no podía acabar de otra manera. Y fue la mejor manera de la que podía acabar...porque desde la paz, y exprimiendo y desmembrando cada uno de sus pensamientos, se dio cuenta que se había metido en una guerra absurda donde sabéis que hubiera ganado??? NADA!!! Porque hacía mucho tiempo que ella había dejado de querer a esa persona, porque ni siquiera le gustaba ya, ni su forma de ser, ni físicamente...y de haber sido ganadora, hubiera sido ella la que le hubiera abandonado pasado el tiempo. Porque ella no quería a la persona, ella quería ganar solamente. ¿Habéis visto las malas jugadas que nos hace pasar el ego?

Luchar por algo que no quieres, tan solo por ser la ganadora de algo que no te interesa lo más mínimo...pero como ganas, todo vale.

Perder a veces mola, perder es necesario, perder es aprender...el camino a la liberación.

Besos 

 Deja ir todo lo que te hace daño, todo lo que te cause rabia, frustración, impotencia... Déjalo ir, porque esos sentimientos aunque hayan sido creados en tu interior no eres tú... Y no tienen por qué estar ahí dentro si tú no quieres.

Cuanto más dejes ese sentimiento en tu interior, más dolor, más potente será y peores serán las consecuencias.

La técnica del dejar ir es maravillosa, difícil y frustrante si no consigues lo que quieres de primeras... Pero cuando consigues hacerlo es lo mejor que hay.

Se trata de aceptar ese sentimiento, como algo tuyo, algo que ha salido de ti, y en lugar de rechazarlo o pensar en otras cosas para evitarlo, centrarte en el, sentirlo, sentir esa rabia, tristeza, frustración, pena en toda su intensidad. Si tienes que llorar, llora,al principio es muy habitual. Intenta estar solo y tranquilo para poder centrarte en ello sin que nadie te moleste. 

Cuanto más intenso y más tiempo escondido lo tuvieras, más veces tendrás que hacerlo, pero llegará un momento que desaparecerá.

Hay cosas que para que se vayan hay que sentirlas, no vale con esconderlas en un recoveco de tu corazón...porque siempre, SIEMPRE, acaban saliendo de nuevo, con otro escenario, otras personas...pero ese sentimiento hasta que no se sane volverá a aparecer.

Llegará un momento que puedas usar la técnica en cualquier momento y lugar, pero al principio es mejor hacerlo desde la calma en tu lugar seguro. 

Dejando ir, no quiere decir que no te importe, quiere decir que ya aprendiste y estás preparado para seguir avanzando.

Siempre habrá cosas que nos hagan daño o nos preocupen, esto no nos va a librar de ello, pero si nos va a ayudar a como decidimos llevarlas y a que sea menos doloroso.

Acepta el sentimiento como tuyo, porque tú lo has creado. Siéntelo. Y déjalo ir.

Besos.

Sonia.

 Hola!!

Hoy quiero compartir con vosotros pequeñas cositas que se pueden hacer cada día, y que aunque parezcan insignificantes, cuando acaba el día te das cuenta de lo importantes y buenas que han sido.

Según te despiertes piensa que hoy va a ser un gran día. Sonríe aunque no tengas ganas. Levántate con la mejor de tus actitudes. Lo positivo atrae a lo positivo. Y aunque pasen cosas menos buenas, teniendo buena actitud seguro que no te afectan igual.

Hazte la cama. Parece una tontería y seguro que ahora os viene la voz de vuestra madre pegando la bronca porque no os la habéis hecho. Es un pequeño acto que te hace comenzar el día haciendo algo por ti. Y que al finalizarlo te das cuenta de la buena idea que fue... No es lo mismo acostarse en una cama deshecha que en una cama hecha e impoluta. Y os lo dice una persona que ha estado mucho tiempo pasando de hacer la cama.

Desayuna Rico. Es preferible levantarse un poco antes y desayunar bien y tranquilo que salir escopetado de casa con un triste café. Mientras desayunas puedes aprovechar a leer, echar un vistazo a las redes sociales, al email... Sin prisa pero sin pausa. Si empiezas el día con calma todo fluirá distinto. 

Sé amable. Está claro que dar los buenos días, las buenas tardes, el por favor y las gracias es educación... Pero muchas veces se nos olvida. Da los buenos días con una sonrisa, todo lo que recibas será el doble de bueno.

Escribe a ese amigo, amiga o familiar con el que hace mucho que no hablas. Todos tenemos mil cosas que hacer, pero también mil excusas. Y al igual que sacamos un rato para ver las redes sociales, podemos sacar un minuto para escribir a esa persona y preguntarle cómo le va. Seguro que de ahí sacas una buena conversación y la satisfacción de haber pasado un buen rato hablando con alguien a quien quieres.

Di te quiero. Nos cuesta mucho decir esa frase, y recibirla es maravilloso. Di te quiero, di estoy orgulloso de ti. Hay cosas, que aunque se dan por hechas a veces, es necesario decirlas... Porque la otra persona necesita escucharlas aunque las sepa.

Haz deporte. No digo que te mates en el gimnasio, pero intenta mover el esqueleto, sal a pasear o intenta hacer algo de deporte en casa. Hay mil tutoriales en youtube de rutinas de veinte minutos para personas que no tienen tiempo. Ni siquiera es necesario que lo hagas todos los días... Aunque si lo coges como rutina tu cuerpo te lo acabará pidiendo. Tu cuerpo es tu templo, tu bien más preciado, y el que te soportará toda la vida así que tienes que cuidarlo... Si quieres aguantar muchos años en plena forma. Además a nivel psicológico es una de las mejores terapias.

Medita. Al principio es complicado... Hay días en los que es muy difícil dejar la mente en blanco... Incluso los que llevamos años meditando hay ocasiones en las que nos cuesta. Prueba con cinco minutos. Puedes coger una meditación guiada de YouTube, o simplemente sentarte y hacer respiraciones y estar por y para ti ese ratito. Si tienes un día malo conseguirás relajarte, y si el día es bueno te sentirás mejor aún.

Alégrate del bien ajeno. Pero alégrate de verdad , desde el amor. Todos tenemos nuestra mochila las espaldas, y las victorias normalmente son fruto del esfuerzo. Así que alégrate por los demás!!!

Escribe. Muchos de nosotros de pequeños teníamos un diario...¿Por qué no tenerlo ahora? No hace falta que escribas todos los días todo lo que has hecho... Pero si puedes escribir al finalizar el día las cosas buenas que te han pasado. Verás que son muchas aunque durante el mismo no te hayas dado cuenta. 

Y si estás triste, también puedes escribirlo. Es una forma de echar para fuera lo que llevamos dentro. Y además es muy efectivo.

Y por último, agradece. Da las gracias por todo lo bueno que te ha pasado, y por lo malo también, todo son aprendizajes, todo pasa por algo, y todo nos servirá en un futuro.

Espero que os sirva y que os haya gustado.

Besos.

Sonia.

 ¡Hola!

Hoy quiero hablar de la mentira... 

Se ha puesto muy de moda el mentir, que el primer recurso ante todo sea utilizarla. 

Desde bien pequeños aprendemos a mentir... A nuestros padres, a nuestros abuelos, a los profesores... Y aunque no está bien, es algo que va innato en el ser humano, para evitar una regañina, un castigo...o incluso por miedo a decir la verdad y poder decepcionar,mentimos desde pequeñitos.

El problema es cuando crecemos y aún conociendo las consecuencias que puede tener una mentira seguimos utilizandola.

El otro día hablaba con un amigo de este tema. Es cierto que hay mentiras piadosas que en algunos momentos se utilizan por no hacer daño... Y hasta ahí, aunque no está bien se puede llegar a entender. El problema es cuando todo lo que se dice son mentiras... Hasta tal punto que la propia persona que las dice se las acaba creyendo. 

Hay personas que viven una vida paralela, es decir, la vida real que tiene n, y la que se inventan. Que en cierto modo cada uno es libre de hacer lo que quiera y decir lo que quiera si eso le hace feliz o se siente mejor persona... Pero cuando hay terceras personas involucradas... pueden hacer mucho daño. A cada persona le cuentan una versión y ninguna de ellas es la real. 

Lo cierto es que llega un momento que al final se acaba sabiendo todo, tarde o temprano por algún lado fallan y se acaba sabiendo la verdad. Llegado ese momento las personas mentirosas, se ponen a la defensiva y le dan la vuelta a la tortilla de tal manera, que intentan hacerte sentir a ti culpable de que tuviera que decir eso.

¿No sería más fácil decir la verdad desde un principio y ahorrarse daños gratuitos? 

Es algo que jamás entenderé. 

Es mejor decir la verdad a tiempo, aunque duela... Cuanto más tarde sea, más grande será la bola, más grande será la mentira y más grandes serán los daños.

O si al menos la gente que miente luego lo reconociera... aún no teniendo arreglo la situación, todo sería distinto, ya que reconocer los errores te honra. 

Pero por lo general, al menos las experiencias que yo he tenido, te mienten y te hacen culpable de su mentira. Lo cual es imperdonable.

Ese tipo de personas pierden la credibilidad de por vida. 

Porque a pesar de saberse toda la verdad con el tiempo, ellos siguen con su mentira por bandera.

¿Cómo volver a confiar en alguien cuando en lo más absurdo te han estado mintiendo?

Lo de hoy es tan solo una reflexión.

Besos.

Sonia.

 La ansiedad se puede manifestar de muchas maneras, puedes sentirte irritable, con sensación de prisa y no sabes por qué, nerviosismo, dolores de cabeza, desconcentración... O incluso ir a más, taquicardias, miedo a que pueda pasar algo sin sentido, sensación de que te vas a morir, temblor de manos, temblor de cuerpo, llanto...no ser capaz de controlar absolutamente nada. 

Cada persona es un mundo y es un tema muy delicado y difícil, pero si el nivel de ansiedad no es muy alto, os voy a contar algunas cosillas que os pueden venir bien en ese momento.

Sobre todo, mentalizarse que todo son instantes, que todo va a pasar y esa sensación se va a ir. Las crisis de ansiedad tienen una subida y una bajada, eso quiere decir que durante un rato tendrás un punto de ansiedad más alto pero luego irá a menos, y aunque tengas más crisis de ansiedad durante el día la sensación no va a ser permanente.

Cierra los ojos y respira. Conéctate con tu respiración. Respira hondo, profundo y despacio, sin prisa por la nariz, aguanta la respiración unos segundos y cuando no puedas más exhala. Repítelo las veces que necesites. 

Mojate la cara, el cuello, las muñecas y las manos con agua fría. Cuanto más fría mejor. Incluso si estás en casa, si tienes un recipiente grande, lo puedes llenar de agua con hielos, y meter la cara unos segundos.

Incluso combinando lo del agua fría con las respiraciones, tenemos ahí una mezcla muy buena y eficaz.

Si estás en casa puedes intentar hacer una meditación guiada, en youtube hay muchísimas meditaciones para la ansiedad que son maravillosas. Tan solo tienes que encontrar la persona que resuene contigo. 

También hay vídeos con sonidos que son muy relajantes, campanas, cuencos tibetanos, sonido de lluvia sonido de mar...

Abrázate, abraza a tu niño interior. Dile que no pasa nada que todo está bien, que eso que sientes en ese momento va a pasar y volverás a sentirte tranquilo. Que no pasa nada por sentirse mal a veces, siéntelo, acéptalo, abrázalo...y cuando menos lo esperes esa sensación se irá.

Tapping. En Youtube también hay un montón de tutoriales sobre esta técnica, que yo no sabía lo efectiva que era ( de echo no creía demasiado en ella) hasta que la probé. Hay técnicas de tapping express, en tan solo unos minutos dándote unos golpecitos en unos puntos clave sentirás mucha mejoría. 

Es muy importante que sepas que no estás solo, así que en ese momento si puedes y te apetece también estaría bien que llamaras algún amigo, amiga o familiar y le dijeras cómo te sientes. Es una manera de expulsar hacia afuera lo que tenemos dentro.

Si en ese momento no puedes hablar con nadie por teléfono también puedes escribirlo. Cógete un cuaderno y apunta como te sientes tal cual. La técnica de la escritura es maravillosa también. 

Si ves que los síntomas son muy fuertes y no puedes controlarlos, o que te están dando crisis habitualmente y no es algo puntual, pide ayuda. No estás solo. Tenemos la manía de pensar que podemos con todo solos, y a veces, necesitamos ayuda. Reconoce que la necesitas, no pasa nada, es un gran paso.

Ve a terapia. Todos deberíamos de ir a terapia aún cuando estamos bien. 

Pero no te comas esto solo, hazlo por la persona más importante de tu vida, TU!

Te ayudará a sanar, a reconocer cuando se acerca otra crisis, (porque es normal tenerlas aunque cuando creemos que todo va bien), a saber manejar la situación cuando llegue el momento...o incluso a ayudar a otra persona si le pasa. 

Todo está en ti 💗 quiérete, ámate, mímate...date todo lo que esperas que hagan los demás, y verás lo maravilloso que es no esperar nada de nadie, porque tú mismo eres capaz de proveerte de todo lo que necesitas.

Besos.

Sonia.

 ¿Y si me empiezo a querer? ¿Y si empiezo a comportarme como si lo más importante de mi vida fuera yo? 

¿Y si pienso en mi primero? ¿Y si me apetece darme un capricho y me lo doy? ¿Y si empiezo a decir "NO" cuando no tengo ganas? ¿Y si me empiezo a tener en cuenta? ¿Y si digo lo que me hace daño en lugar de callarme? ¿Y si no vuelvo a permitir que me traten mal? ¿Y si me arreglo hasta para ir a comprar el pan simplemente porque me apetece? ¿Y si me apetece salir a tomarme una cerveza en chándal? ¿Y si descubro que mi lugar ya no está donde estoy y cambio a una vida que me haga feliz? ¿Y si dejo de pensar en el que dirán? ¿Y si dejo de intentar contentar/convencer a los demás e intento contentarme a mi misma? ¿Y si de vez en cuando me doy un abrazo y un beso? ¿Y si no me apetece salir y decido quedarme todo el finde en casa? ¿Y si educo a mí hijo como me de la santa gana? ¿Y si dejo de escuchar escuchar consejos que no hay por dónde pillarlos? ¿Y si me apetece llorar y lo hago? ¿Y si me compro esa camiseta que a nadie le gusta pero a mí me parece maravillosa? ¿Y si me apetece ponerme el pelo rosa y me lo pongo?

¿Y si por fin me hago ese tatuaje que tanto me encanta cuando todo el mundo me dice que pare ya?

¿Y si sigo estudiando eso que me encanta? ¿Y si dejo de intentar esconder la verdad y digo que tengo ansiedad? ¿Y si reconozco que todavía me duele el corazón porque un día me dejaron tirada, pisoteada, con una mano delante y otra detrás...y no contentos con ello me utilizaron e intentaron rematar después? 

¿Y si aparto de mi vida a quien no me aporta? ¿Y si confío en la gente nueva que aparece en mi vida? ¿Y si resulta que esas personas son maravillosas?

¿Y si empezamos a ser un poquito más de verdad, más auténticos?

¿Que pasaría?

Besos.

Sonia.

 Hola qué tal!

Hoy me apetece hablar de un tema un tanto delicado, pero necesario. Se trata del abuso narcisista.

Y me refiero a que es delicado porque hay muchas personas que lo están viviendo tanto hombres como mujeres... y o bien les da miedo salir de esa vida, o se creen que es lo normal y siguen aguantando eso, que al final no deja de ser un maltrato psicológico, y hay que tomar más consciencia de lo que está bien y de lo que no.

Un abusador narcisista no tiene por qué ser solo una pareja, puede ser un padre, un hermano, un amigo, un compañero de trabajo o incluso un hijo...

Normalmente cuando llegan a tu vida vienen como personas bondadosas, amables y empáticas... Parece que estás viviendo un sueño, es como si no hubieras conocido a nadie tan perfecto en la vida. Y con el paso del tiempo empiezan a aparecer cosillas... pero es tan leve que no te das cuenta o no le das importancia, y cuando por fin te das cuenta de que algo raro está pasando normalmente es un poco tarde y estás metida en un lío tremendo del que no sabes cómo salir.

Todo empieza porque a lo mejor un día sutilmente te dice que tu familia no es buena, o que tus amigos no te hacen ningún bien... o que eso que estás haciendo y tanto te gusta no es bueno para ti y deberías de hacer otras cosas... Normalmente las víctimas de los abusadores narcisistas son personas con muchas carencias afectivas inseguras y con mil miedos. Por eso se aprovecha el abusador, siempre escoge a personas débiles.

 La víctima empieza a creer al abusador, que a lo mejor si es verdad que su familia no es tan buena y no la quiere tanto, o que sus amigos se están aprovechando de ella, o que a lo mejor en ese gimnasio no se está también como ella pensaba... Hasta que llega un punto que la víctima se queda completamente sola. 

Dentro de esa soledad, la víctima intentará hacer todo de manera que el abusador siempre esté contento... Hasta el punto de quedarse sin personalidad ,porque se ha convertido en una marioneta y ya no sabe ni quién es Será y hará lo que él diga. Y si en algún momento comete algún error, el abusador le echará una bronca como si fuera una niña y así continuamente y cada vez más, de manera que lo más normal esque la víctima acabe cayendo en una profunda tristeza pensando que es una inútil y que no sabe hacer nada bien.

La víctima sentirá que no vale para nada que todo lo hace mal y que no está haciendo lo suficiente en esa relación para que su pareja esté contenta. Por lo que es muy probable, que con el paso del tiempo la víctima acabe sumida en una profunda depresión.

Hay casos en los que el abusador cuando la víctima está triste al contrario de ayudar y sentir empatía por ella la dirá que ya está bien de llorar que siempre está igual. La tratará como una basura que no sirve para nada. Y sabéis que es lo más probable?

Que cuando esa persona está hundida, sin saber qué rumbo coger, triste desesperada y encima sola porque se ha alejado de todas las personas que tenía a su alrededor, esta persona la dejará.

La víctima desde su tristeza y su soledad se rebajará y hará todo lo posible para que el abusador vuelva a su lado, y cuando digo todo, es TODO. Probablemente el ya tenga una nueva víctima y no accederá ante tus lloros, súplicas ,etcétera.

Con un poco de suerte irá a un buen especialista que le ayudará a ver tu problema... Y le ayudará a superarlo. Has acabado con una depresión, con ansiedad y con una dependencia emocional brutal de alguien que nunca te quiso. ¿Y cómo sale de ahí ahora? ¿Cómo vuelves a confiar en alguien? ¿Como recuperas tu vida? ¿Cómo recuperas a tu familia a tus amigos?

El camino a la libertad es posible, muy doloroso, muy fuerte, muy duro e incluso a veces parecerá imposible llegar a salir de ahí, pero se puede, te aseguro que se puede. Y cuando lo consigues te das cuenta de que eres una persona maravillosa, que tienes el mundo a tus pies y que todo lo que viene a tu vida es bueno. Porque hay gente que sabe querer bien, hay gente que sabe querer de verdad... Y cuando aparecen esas personas que nuevamente no tienen por qué ser pareja, pueden ser amigos, compañeros... no te lo crees, piensas que no existe ese tipo de personas, que algo buscan... pero ese es tu ego. Existe gente buena. Pero para que venga a ti toda esa gente buena y toda esa vida bonita tienes que cerrar ciclos. Si no cierra ciclos es imposible empezar uno nuevo.

Y como siempre, todo está en ti... Solo tienes que buscarlo.

Si estás pasando por una situación similar, me encantaría escucharte y sabe como lo estás afrontando.

Gracias por leerme.

Besos.

 Hola qué tal!!

Pues después de mucho tiempo, muchas vivencias y mucho pensar he decidido dar un giro a mi blog. Tengo ganas de hablar de otras cosas que a día de hoy me resuenan muchísimo más.

Y bueno como este mundo es muy extenso voy a empezar hablando de la ansiedad y la depresión.

Cuando caemos en alguna de estas dos enfermedades la mayoría de las veces lo primero que se nos ocurre pensar es ¿¿ por qué a mí?? Con el tiempo y una sanación adecuada cuando nos pasa algo malo lograremos pensar para qué, para qué tengo que sentir esto y entonces entenderemos muchas cosas.

La depresión es un exceso de vivencias dolorosas que no hemos sabido expresar en el pasado, y la ansiedad es un exceso de miedos al futuro, que pueda venir, a como ocurrirán las cosas. Nos montamos películas de cómo ocurrirá todo y lo que nos dirán en ese momento y lo que responderemos... Y así todo el día sin descanso. Sin darnos cuenta que hemos perdido el día pensando en pasado o futuro y en ningún momento nos hemos parado a pensar en el presente. 

Pasamos la vida pensando en lo que pudo haber sido y no fue...o en lo que será, en lugar de coger el toro por los cuernos y disfrutar de nuestro presente de cada segundo.

Y ahora bien, vamos a pensar. Tienes depresión. Puede ser por un motivo más que lógico como una desgracia que hayas podido tener en tu vida como el fallecimiento de algún familiar alguna enfermedad que se rompa una relación... Y bueno, ahí es normal que la pena salga y que pases una temporada muy triste. Pero, ¿y si eso te ha pasado sin motivo alguno? Si resulta que todo te va bien y acabas con una depresión, porque hay muchísimos casos en los que es así. Digamos que a lo mejor a lo largo de tu vida te has acostumbrado a callarte ciertas cosas ,porque para ti era lo normal, cosas que te están haciendo daño inconscientemente porque tú no eres consciente de que fue lo que ocurrió. La gran mayoría tenemos una herida en nuestro niño interior, que sale en la edad adulta en forma de enfermedades o actos que no nos hacen sentir bien. 

Y es ahí donde tendríamos que pedir ayuda y ver de dónde viene todo ese dolor. Pasito a pasito, sin prisa pero sin pausa. Desde que tenemos recuerdos de nuestra infancia hasta la adolescencia hasta nuestra edad adulta. ¿Qué pasó ,que hemos reprimido y no conseguimos sacar a la luz?

Respecto a la ansiedad, hay un miedo profundo y exagerado a lo que pueda pasar, como va a ocurrir y se manifiesta en forma de taquicardias dolor en el pecho ataques de ansiedad... Sentir que te puedes morir en cualquier momento, que esa sensación es real y muy dolorosa. Puede haber mil miedos, por ejemplo piensas que te van a despedir en el trabajo o que te van a echar la bronca porque has hecho mal lo que sea o que te va a dejar tu pareja o que vas a enfermar por haber hecho lo que fuera... Y así un sinfín de cosas que nos hacen estar en bucle todo el día montándonos nuestras películas. 

Y ahí de nuevo también actúa nuestra herida de infancia y el ego que es muy puñetero también. 

Igual llevamos toda la vida sin decir lo que pensamos o diciendo lo que quieren escuchar los demás para sentirnos valorados. Si digo esto que quiere escuchar, querrá ser mi amiga o mi novio o lo que quiere ser.

Ya está bien!!!

Todos y cada uno somos únicos y maravillosos, y todos tenemos algo que nos hace muy especiales y no tenemos que ser como los demás quieran. Tenemos que ser como queramos ser nosotros y empezando por ahí empezará nuestra libertad y poco a poco nuestra felicidad. Todos sabemos la mochila que llevamos a las espaldas y hoy en día tenemos muchas herramientas para sanar muchos dolores de pasado y de futuro, para conseguir tener un presente feliz dentro de nuestras posibilidades.

No se da la importancia necesaria a la salud mental. 

Vas con un ataque de ansiedad diciendo que te quieres morir y lo único que hacen es empastillarte y te mandan al psiquiatra, para que te vuelvan a empastillas más aún, pero la cita no te la dan hasta dentro de tres meses... Y en esos tres meses te puedes haber suicidado y reencarnado en sabe Dios que bastantes veces.

Por eso digo que como nadie se va a preocupar por nosotros más que nosotros mismos vamos a ocuparnos de querernos, cuidarnos y de hacer solo lo que a nosotros nos apetezca.

Que estás cansado y no te apetece salir un día, no pasa nada porque digas a tus amigos que no para que ellos estén contentos. Si realmente te quieren lo entenderán y aceptarán. 

Hay mucho que hablar sobre estos temas pero ya lo seguiré haciendo.

Entonces solo decir que os queráis que os cuidéis que os miméis... Y si no sois capaces, y a día de hoy es lo más normal, pide ayuda que para eso están los especialistas. Hay psicólogos, terapeutas, coach que son maravillosos... Y os ayudarán a averiguar qué os pasa desde el principio. Para que si en un futuro os volvéis a sentir así sepáis como gestionarlo todo y no duela tanto la herida. 

Todo está en vuestro interior solo tenéis que aprender a buscarlo.

Besos